Se le escapó la tortuga

by 19:45:00 0 críticos literarios
Opinión




El centro del artículo* es el elefante en el que se transformó la industria editorial hispanoparlante y su manera de moverse en un mercado tan diverso, con tantas alternativas y aún así los grandes sellos jamás podrán empatar este mercado: porque son grandes, bestias, burocráticos, corruptos. Lo de Adamo es un artículo escrito como gemido final de una industria que se viene muriendo hace mucho, previsiblemente.
Lo que digo, más que equivocada, es que tiene una mirada muy chiquita, parcial de las enormes posibilidades que HOY ofrece el mercado editorial. Se quejan de que "muchos problemas" pero siguen resolviendo todo con dos herramientas y el mercado hoy ofrece 300 distintas.

Se necesita un obrero editorial más capaz, creativo, más dinámico
un obrero editorial distinto al anterior
también es cierto que acá están todos muuuuuuy atrasados
que ella tenga como referente a gente medio oligofrénica quizás sea la razón de que opine como opina

Una amiga, Josefina, me contaba del stand de los 7 logos en las Ferias anuales en la Rural lo cual no es ninguna maravilla
un stand compartido es la nada misma
eso de juntarse es más viejo que la escarapela pero se usa ahora que es copado
o sea, bienvenido sí, pero no es novedad
y lo que sucede con ese tipo de conglomerados es que resulta una solución vieja para nuevos problemas lo cual no satisface ni a los lectores ni a las editoriales que forman los 7 logos
entonces
pensemos de qué manera usamos herramientas nuevas para problemas nuevos

esa es la clave

ahora le decís a un editor
"che, poné el libro en ideame, panal de ideas, o algún crownfounding"
y te miran como si estuvieras reivindicando a Menguele

pero lo cierto es que cada vez hay más editores pequeños y medianos utilizando todas las herramientas posibles para incorporar lectores, para conseguir que gente que lee el diario comience a leer ficción  (no importa qué tipo de ficción)

Claro que no son los grandes sellos de los que habla Adamo.
Está bien que ella le hable a los viejos chotos con un discurso viejo y choto pero, según mi humilde entender, ella podría haber contado todas las experiencias exitosas de pequeñas y medianas editoriales que hacen desde fiestas hasta obras de teatro, videos, flashmobs, crowdfounding y decirles a esos viejos "miren, ustedes son grandes, enormes, lentos, tienen que achicar, dejen de comer pecesitos, gordos, porque así engordan y latinoamérica se volvió un laberinto que se recorre livianito, sin mucha carga, sin muchos bolsos encima, sin mucha burocracia, despabilando traductores en cada esquina y no imperializando con los mismos seis de siempre, renovando el lenguaje, yendo detrás de pequeños nichos y no un mercado gigantesco
ustedes así van derechito al matadero
y si pretenden que los lloremos se equivocan porque esto es una fiesta de libros
de encuadernaciones
de ediciones
de micromundos
inentendibles, inigualables, inabarcables por la mente de un director de márketing editorial ubicado en una metrópoli (y no importa la pureza de la cocaína que tome, que le consigan, que le regalen; es un error de concepto en punto cero el que se comete)

pero claro; ¿te la imaginás a la Adamo diciendo eso?
yo no
confío en que lo sabe porque lo sabe todo el mundo
pero no me la imagino diciéndolo para autoboicotearse el kioskito
entonces
se le escapó la tortuga
pero termino con algo que me dijo mi amiga Josefina: cada uno toma decisiones y debe aceptar las consecuencias.
si querés invertir millones y recuperar cientos, no te quejes. chito la boca. tu objetivo era perder (porque, dale, tu objetivo era perder) y ahora debés aceptar la consecuencia: estás perdiendo.

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* http://revistaanfibia.com/ensayo/miopes/#sthash.tVJvMBwm.dpuf

Unknown

Editor

Lucas Oliveira (1978), es editor de Funesiana, diseña libros electrónicos y en papel para distintos autores y proyectos editoriales. Publicó un libro de cuentos (Papel, Funesiana, 2006) y dos de poesía (Poesía para Gerentes, Funesiana, 2008 + Pura sangre busca establo, Funesiana, 2012), el ensayo “Conectados” (Editorial Kier, 2010) y participó de las antologías Buenos Aires. Escala 1:1 (Juan Terranova –comp.–, Entropía, 2007) 5 (El Quinteto de la Muerte, La Propia Cartonera, 2010, Uruguay), La fiesta de la narrativa (El Quinteto de la Muerte, Una ventana ediciones, 2010), Fixture, un picadito austral (Malaletra + Chuy, 2016). Es encuadernador artesanal y actor-guitarrista-futbolista frustrado. No quiere perder el rock.