

Festival Internacional de Poesía de Rosario 2010
Siempre nos preguntan cosas raras en las ferias. En este caso cuántos libros trajimos, cuánta plata hicimos y hasta si habíamos contactado con algún autor para publicar algún libro. ¿Qué les importa? Pero estuvo bien contestar esas preguntas. Fue una especie de encuesta. Y pasaron tantas cosas que con las dos mil palabras de esas dos fotos me quedo corto. Lo cierto es que salió todo a pedir de boca. O casi todo; volví afónico. Tanto parlar, tanto parlar. Ahora queda volver a nuestro humilde tallercito para trabajar con las secuelas de semejante viaje. Un fin de semana arrollador que me hizo trabajar no sólo antes sino ahora (después).
Una locura.
Una locura.
*