Mientras encuaderno (libros, restauraciones, anotadores) el Misterioso Señor Witold se pasea inquieto y travieso por toda la editorial. A veces creo que controla mi trabajo. Otras creo que controla que no haya insectos. Sin embargo, otras, como ayer, creo que se regodea en mi ansiedad. Conserva secretos insondables que me vuelvo loco por averiguar aunque sus mañas, irrespetuosa juventud y extraña dicción no me permiten comprender rápidamente lo que dice cuando maúlla. Es por eso que, luego de las traducciones del Panzudo Roberto Bashistas, hemos sonsacado lo siguiente:
- Al parecer uno de los poetas se llamaría Francisco.
- El otro sería un súper héroe.
Pero esa última parte no la entendí. Aparentemente, al Panzudo Roberto Bashistas, le habría caído mal un trozo de radicheta en mal estado y este último autor sería fruto de su imaginación.
- Al parecer uno de los poetas se llamaría Francisco.
- El otro sería un súper héroe.
Pero esa última parte no la entendí. Aparentemente, al Panzudo Roberto Bashistas, le habría caído mal un trozo de radicheta en mal estado y este último autor sería fruto de su imaginación.
Los mantendremos al tanto cualquier novedad.
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