Carlos Godoy

by 9:56:00 0 críticos literarios
Por Juan Terranova.

“Las contradicciones del peronismo
es un temita al que le dedico un prudente tiempo
en charlas con amigos o
en introspecciones existencialistas de domingo”

from Juan Terranova
to Carlos Godoy
date May 28, 2007 9:50 PM
subject cuestionario Escolástica


Estimado Carlos, Acá te mando seis preguntas sobre la Escolástica Peronista Ilustrada. Respondelas como quieras. En la última podés describir un poco eso que me contabas el otro día, de cómo está dividida Córdoba en relación a los poetas.
Abrazo, Terra.

from Carlos Godoy
To Juan Terranova
Date May 31, 2007 9:16 AM
subject Re: cuestionario Escolástica



Van las respuestas, estoy para atrás, en cama: ¿Qué me diste de comer? Tengo dolor de muelas y gripe, y sufro y tengo en mi rostro la súplica del perro que le pide a su amo que lo mate, por favor.
Saludos a Celia.
Godoy.

¿Qué paso cuando publicaste por primera vez tu poema Escolástica Peronista Ilustrada?

Bueno en primer lugar aclarar que la publicación de la Escolástica no fue en ningún medio gráfico, sino en un blog. Lo que hice fue subir la primera parte completa y luego mandar un mail avisando de esto a un poco mas de 2 mil contactos. Llovieron mails con halagos, manifestaciones de desacuerdo e incluso amenazas. Hay un sistema para mandar mails sin dirección de procedencia y por esa vía llegaron algunas chicanas que fueron las que más me gustaron. Luego, una revista pampeama de "investigación" periodística me pidió sacar los poemas y yo de los di. Al tiempo me llegó la revista y era rara. Desenmascaraban durante varias páginas a funcionarios pampeamos que lucraron ilícitamente durante el menemismo y luego encuadrado con una xilografía de Evita el poema.

¿Por qué pensás que se dieron esas repercusiones?

No sé bien. Lo primero que se me ocurre es que el poema dice cosas que molestan, que no deberían decirse. No es que sea el último ángel de la verdad, pero el tono, la forma simple, clara y directa de abordar la temática que vuelve esquizofrénicos a la mayoría de los argentinos hace ya por lo menos 50 años, vuelve al poema algo incómodo. De todas formas me parece que es una manera justa de abordar el tema. Un amigo me dijo que en un principio le parecía un texto "gorila" porque defenestraba al peronismo pero que luego se filtraba un mensaje que decía "Soy peronista. ¿Y que?", esa lectura me gustó y creo que por eso molesta un poco.

¿Cómo fue escribirlo?

Casi siempre se dice que se escribió de una patada. Bueno, lo escribí, la primera parte por lo menos, de una patada. Un domingo que me levanté temprano en casa de mi madre, a la tarde ya tenía algo que no sabía si me gustaba o no: eso era muy bueno. La segunda parte es programática, hay plan en ritmo, narratividad y forma. La última parte repite la fórmula de la primera y trata de acercarse un poco más al lenguaje de la alguna "idea" de militancia. El peronismo es algo que vengo madurando hace ya un rato en mi cabeza. Tuve una discusión una vez en la que se me decía que el menemismo no fue nada: tan solo diez años en la historia de la humanidad, que no podía jactarme de él como un maleficio que llevo en las venas y que me condiciona el campo de vista.
Bueno, lo que pasa es que esos diez años son quizás los más importantes de mi vida: los de mi infancia. Entonces, las contradicciones del peronismo son un temita al que le dedico un prudente tiempo en charlas con amigos o en introspecciones existencialistas de domingo. De todas formas el móvil fundamental fue contestarles un poco a los poetas porteños que se creen peronistas por decir "soy peronista" y tratar de, no sé si proponerles un diálogo, pero sí mostrarles otro punto de vista más puro, romántico y verdadero: pasa que yo escribo desde el interior.

¿Qué relación tenías con el peronismo antes de escribirlo?

Nunca milité en ninguna agrupación. Mamá era radical, se afilió al partido para la candidatura de Alfonsín y cuando ganó las elecciones salió a festejar a Colón y General Paz, y me llevó a mí, que tenía tres meses, en cochecito vestido con una especie de mameluco tejido por ella que era rojo granate: los colores de la UCR. Papá siempre fue peronista pero por la fuerza de la infancia, es lo que decía antes, la gloria del peronismo fue durante la infancia de mi padre.
Papá es policía y romántico alemán. Ahora, al peronismo peronismo lo veo todos los días en el barrio que me crié y en la villa que está al lado y el hecho de haber ido a un colegio gorila para hijos de burgueses me hace notarlo cada vez con más atención.

¿Te considerás un poeta político?

Creo que en la Escolástica... se ve mi idea de política en la literatura. No se trata de decir "soy peronista" o "yo que soy político" en un poema para serlo; me parece que la mirada de la política si no es aplicable a lo real es partidarismo: la realidad no puede dejar de ser política.

¿Cómo es ahora la movida de poesía en Córdoba?

Bueno, es un quilombo pero bastante claro. Eso sí, silencioso. En los pueblos se imparte una educación por medio del silencio, todo se trata de atender al silencio. Se repite la estructura desde la vuelta de la democracia, supongo. Por un lado los académicos y por otro lo no académicos. Los académicos son los licenciados egresados de alguna carrera humanística de la UNC que tienen alguna cátedra para decir a un alumnado "Foucault dijo...", ellos son los que ocupan los asientos en la redacción del único diario masivo –La Voz del Interior– y por lo tanto el único intento de crítica, trunco, aburrido, desparejo, insuficiente.Los no académicos están fuera de la UNC, no quita que sean licenciados en algo pero no hacen carrera universitaria. No están en el diario. Son como los "vagos" los que no le importa nada y no saben nada de literatura y hoy escriben y mañana tocan la guitarra en una bandita pop.
Ahora, los no académicos tienen mayor reconocimiento a nivel nacional que los académicos en relación a la producción literaria pero igual no están en los medios gráficos. En el marco de esto como eco noventista surgen editoriales jóvenes con editores que se autopublican y de alguna forma renuevan un poco las momias sentadas en sus sillas de poder. Frivolidad como en todas, las autogestionadas de todas partes, pero hay cosas que valen la pena.

Unknown

Editor

Lucas Oliveira (1978), es editor de Funesiana, diseña libros electrónicos y en papel para distintos autores y proyectos editoriales. Publicó un libro de cuentos (Papel, Funesiana, 2006) y dos de poesía (Poesía para Gerentes, Funesiana, 2008 + Pura sangre busca establo, Funesiana, 2012), el ensayo “Conectados” (Editorial Kier, 2010) y participó de las antologías Buenos Aires. Escala 1:1 (Juan Terranova –comp.–, Entropía, 2007) 5 (El Quinteto de la Muerte, La Propia Cartonera, 2010, Uruguay), La fiesta de la narrativa (El Quinteto de la Muerte, Una ventana ediciones, 2010), Fixture, un picadito austral (Malaletra + Chuy, 2016). Es encuadernador artesanal y actor-guitarrista-futbolista frustrado. No quiere perder el rock.